¿Por qué algunas relaciones se desintegran?


En mayo del 2003 emití mis impresiones al autor de un mensaje con este título. Aquí traigo el correo original y mis comentarios abajo:




¿Por què algunas relaciones se desintegran...?

Las relaciones entre las personas, con su familiares, parejas y amistades, pueden ser diversas en situaciones similares. ¿Por què algunas relaciones se desintegran y otras soportan cualquier problema por terrible que sea y en vez de separarse fortalecen sus lazos afectivos? Quizàs encontremos la respuesta, si nos centramos en las razones que pueda tener el alma con su propia escala de valores regida por la imaginaciòn y la fantasìa. Para esto debemos dejar de ver a nuestras relaciones afectivas en forma mecànica, olvidarnos de que "deben" funcionar de tal o cuàl manera, tratando de mantener a toda costa una relaciòn. Debemos dejar hablar al alma, ella sabe tambièn por què lo hace. Asì, a partir de las crìsis profundas en que nos hace caer a veces, nos està ayudando a profundizar en nuestro conocimiento interno.

El alma encierra tendencias misteriosas y contradictorias; pues por una parte se resiste al cambio y se aferra al pasado añorando toda clase de apegos, lugares, personas, ideas, cosas, sonidos, ambientes, etc; pero por otra, trata de escapar cuando siente un apego demasiado profundo, anhelando la soledad y la independencia. Al parecer, es en el punto de encuentro de estos dos sentimientos contrarios donde se origina el èxito o el fracaso de una relaciòn. Es aquì donde el alma medita, sueña y actùa en forma espontànea sin que intervenga pra nada la razòn.

Estamos convencidos de que al actuar racionalmente estamos haciendo lo correcto pero no nos damos cuenta que no somos nosotros los que estamos decidiendo, sino los compromisos sociales, morales y religiosos que la sociedad en que vivimos nos ha impuesto y que no siempre son lo màs indicado para nuestro desarrollo espiritual.




¿¿Por qué algunas relaciones se desintegran??

Acaso no estamos convencidos de que somos mortales y por ende todo cuanto nace conlleva por certeza única que alguna vez morirá.

Entonces, está claro que una relación que nace hoy, alguna vez morirá en la forma en que hoy ha nacido. ¿si?

Así, me parece que vamos por el mundo sembrando, cosechando amistades, disfrutando de los frutos de nuestra cosecha de relaciones y en ocasiones --por qué no-- vamos incluso disfrutando simplemente de evocar los frutos pasados que ya no más están, y cuya siembra tampoco ocupa la agenda del presente.

Opino que el texto está algo desmembrado, inicia hablando de las relaciones humanas en general y finaliza además de abruptamente, centrándose en sólo relaciones de pareja y un velado autopermiso para la ruptura de una relación en aras de un supuesto "desarrollo espiritual".

Precisamente en aras del desarrollo espiritual, me pregunto ¿cuánto he cambiado yo para con mis amigos, para con mi pareja? ¿Cuánto es lo que he aportado o dejado de aportar? Consciente que cada uno es responsable de su propia felicidad y que ésta no es otra cosa que una decisión en un proceso constante. ¿Cuánto me he asumido como responsable de mantener el compromiso, el respeto y el amor que inicialmente llevé a la relación?

¿¿Por qué las parejas se desintegran??

Pensando en relaciones amorosas, la desintegración se da cuando carece de alguna de las siguientes: compromiso, respeto y amor.

Me han dicho mis amigos, oye, pero la comunicación es básica pa la pareja, otros me dicen el sexo, otros me dicen la honestidad, otros me dicen la diversión, otros me dicen la espiritualidad.

Definitivamente en "la mesa de tres patas" de la pareja donde cada pata tiene su nombre (compromiso, respeto y amor) no se puede servir ni la comunicación, ni la apertura, ni la honestidad, ni ninguno de los citados si la mesa careciera de alguna de las patas, estos platos se caerían.

Así que, aún cuando del plato a la boca se cae la sopa, de entrada recomiendo te asegures que por lo menos del piso a la mesa no se te caiga el plato, de ocurrir eso, te ocuparías en ser servilleta y como tal fuera de estar mil veces en las piernas de los comensales (para eso son las servilletas) No podrías ser la fina anfitriona que acuda a su mesa para degustar del postré, el aperitivo, el café y la sobremesa.

Ciao.

Fa



No hay comentarios: